Costo bastante instalar el sistema de riego, porque la manguera es poco elástica cuando el plástico está frío. Una vez colocado, y enganchado a la tierra con unos pequeños alambres, que nosotros mismos preparamos. El sol, hace que la manguera se vuelva más flexible, y por el efecto solo del calor, se va a asentando por si sola la manguera a la forma adecuada.
Muchas plantas necesitan de un tutor, un palo que les deje crecer hacia arriba y que nos las deje caer sobre la tierra. Esto es má cómodo para el hortelano, le permite recoger los frutos, y limpiar las plagas malas hierbas, sin dañar las plantas.
Las plagas de insectos terminan apareciendo tarde o temprano. Cumplen su función en la naturaleza, así que no debemos tomar a los instectos como enemigos de nuestro huerto. Pero como no queremos competir con algunos de ellos en la cadena alimenticia, cuidamos de que algunos más molestos, como el pulgón que aparece en la fotografía posterior, busque otro lugar donde alimentarse. Nosotros vamos a utilizar unas gotas de aceite de Neem diluido en agua. No daña la planta, ni al medio ambiente, y a los pulgones, no les gusta mucho. Hace el efecto, de los aceites que salen de forma natural en algunas plantas, como las jaras.
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