jueves, 22 de mayo de 2014

Los frutos del duro trabajo

Al final, todo trabajo tiene su recompensa. Y aunque aún no son comestibles, el orgullo sale a relucir, cuando vemos que nuestras pequeñas plantitas empiezan a dar sus frutos.

Unas fresitas que están casi listas, pequeñitas, pero con muy buena pinta.


Un pequeño tomate, en una pequeña tomatera.


 Miguel, a puesto la mano para que veáis que la tomatera nos es muy grande, pero ya está dando frutos.


Volveremos a abonar la tierra, para que las plantas puedan darnos muchas frutas sin dañarse. La forma de abono, ya es más ligera, se echan pequeñas cantidades de mantillo sobre la base de la planta. Y también se echará una vez por semana abono líquido, en pequeñas cantidades. Siempre, sin dejar caer el abono liquido, sobre la planta, o sobre las hojas, se echa en la tierra próxima a cada planta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario